Abandono en muchos sectores, talas indiscriminadas y la traza de una Autopista ponen en jaque el inmenso predio.
Jaqueado por agresiones ambientales de todo tipo, fragmentación territorial, proyectos que implicarían severas "heridas" en su superficie y polémicas acerca de su manejo, el Parque Pereyra Iraola está en peligro. Al menos, así lo consideran legisladores, trabajadores del predio y representantes de entidades comunitarias, que por estos días protagonizan diferentes movidas para frenar el deterioro del principal pulmón del Conurbano y ponerlo en el lugar que ameritan su envergadura, historia y jerarquía.
"Hoy por hoy, el parque no tiene protección legal ni presupuesto, y reina el abandono" sostienen los asambleístas de la Reserva de Biósfera Pereyra Iraola, que pidieron la "urgente" conformación de un Comité de Gestión para la Reserva de Biosfera -tal como lo aconseja en estos casos la UNESCO- y cuentan con la adhesión de Nuevo Ambiente, la Fundación Biosfera, la cátedra libre de Soberanía Alimentaria de la UNLP, y el Foro Ambiental Río de La Plata, entre otras organizaciones no gubernamentales.
Desde la cartera agraria bonaerense se admite que existen gestiones que apuntan a concretar un "manejo compartido" con el OPDS: "se está elaborando un convenio que ordena las diferentes responsabilidades de cada repartición", se informó sin ofrecer mayores precisiones.
TALAS, BASURA Y AUTOPISTA
El Pereyra concentra la riqueza forestal de más alto valor en una amplísima región: ejemplares de eucalipto -nacidos de las primeras semillas traídas desde Australia por gestión de Domingo Faustino Sarmiento-, araucaria, pino y roble coexisten con acacias, cedros, tilos, alcanforeros, palmeras y cipreses, entre otros. Un patrimonio que es atacado y depredado periódicamente por talas clandestinas, particularmente en la franja que se extiende al costado de la ruta 2, entre la rotonda de Alpargatas y la ex automotriz Safrar-Peugeot, vecina a barrios de alta densidad urbana. La base de los guardaparques está a varios kilómetros de allí, en las antiguas instalaciones militares del CIFIM, al este de la vía Quilmes del ex-ferrocarril Roca entre los arroyos Pereyra y Baldovinos.
Los vuelcos indiscriminados de basura -tanto domiciliaria como industrial- en claros del bosque que muchas veces son consecuencia de desmontes, aportan riesgo ambiental severo, sobre todo cuando se trata de restos de baterías de automóviles y camiones, o descartes de insumos químicos de uso fabril.
Desde Asuntos Agrarios se reconoce que "todas las temporadas, a esta altura del año, se incrementa la actividad de los leñeros furtivos que llegan desde Florencio Varela; se realizan inspecciones y se los expulsa con la Policía, pero no dejan de aparecer. Y lo mismo pasa con los basurales. Está sucediendo y es muy difícil de erradicar".
En décadas pasadas, la superficie del parque cedida en comodato a la Marina fue utilizada para excavar canteras. Ahora, el Gobierno nacional pretende hacer pasar una autopista de 150 metros de ancho, llamada "Presidente Perón", por el sector más cercano a Villa Elisa. El proyecto fue rechazado de plano por numerosas instituciones y la Fiscalía de Estado bonaerense, que pidió la reelaboración del trazado.
También lo hicieron varios legisladores, como el senador provincial por el GEN Luis Malagamba, quien cree que "por lo único que se ha preocupado la Provincia hasta ahora es porque la autopista llegue, sin medir costos ni beneficios".En Asuntos Agrarios aducen que "nadie de Infraestructura o Vialidad Nacional nos notificó con carácter oficial de la obra, y eso fue lo que el ministro Franetovich señaló en la Legislatura ante los requerimientos de informes".
Fuente: http://www.eldia.com.ar/edis/20100704/laciudad27.htm
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